Continuando con la arqueología miniaturil, esta vez toca rescatar unos monigotes que esperan desde hace décadas su manita de pintura para lucir como es debido; unos Guardianes de la Tumba de Khemri de Warhammer, que se suman a las tropas disponibles para partidas a todo color.
Esta vez, en lugar de desarrollar una banda, esbozaremos un encuentro de mazmorra donde ubicar a los Guardianes de la Tumba.
Son 10 miniaturas, equipados a lo escuadra warhammer, con su líder, portaestandarte y su músico. Podemos montar dos lineas muy vistosas, la primera con espadas khopesh y la segunda con lanza, todos con escudos bellamente labrados.
Seguí el esquema de colores recomendado, con pinturas antiguas de games workshop mezcladas con las nuevas speedpaint de army painter que adquirí para pintar el nuevo Heroquest. Sin dedicarle mucho tiempo y con la pericia justa, ya resultan convincentes.
El músico con una trompa calavera que puede dar mucho juego. Algún encantamiento habrá de tener, ya que hacer sonar un instrumento de aire... sin pulmones parece una tarea complicada. Claro que si se lo pedimos a un conjunto de huesos no muerto reanimado, cualquier cosa puede ser posible.
El portaestandarte con un buitre zombi encadenado que se lo mira, puede servirnos en el encuentro como bestia arrojadiza?
Encuentro Modular de Mazmorra
Este encuentro se puede añadir a cualquier mazmorra. Adaptando toda o una parte de la misma.
Las Salas de Arena:
En esta zona de la mazmorra, una arena rojiza cubre los suelos. Son los dominios de los Guardianes de la Tumba, quienes rondan la mazmorra encadenados por un antiguo sortilegio a las arenas de su ancestral hogar, donde perecieron largo tiempo atrás.
Protegiendo el lugar más allá de la muerte, destruir su cuerpo de nada servirá, ya que mientras se encuentren sobre las arenas, vuelven a regenerarse por completo en unos momentos.
Conjuros como golpe de viento y similares pueden ser muy eficaces para apartar la arena, ya que los Guardianes de la Tumba tienen vedado el acceso más allá de las arenas. También resultan eficaces artilugios como cepillos y escobas.
Puede resultar agradable tener algún recurso a mano para complicar el encuetro, así que vamos con algunas ideas.
Complicación: El Soplador de Arenas
Cuando el Soplador de las Arenas sopla la trompa... no sale ningún ruido, pero del interior de la trompa empieza a brotar arena que cubre el suelo, permitiendo que los Guardianes de la Tumba avancen por el. Esto les otorga mayor movilidad, y puede evitar los conjuros y maniobras que retiren la arena.
Complicación: El buitre zombi
Al soltarle la cadena el buitre zombi volador alza el vuelo y se lanza en agresivos picados sobre los vivos, tiene como objetivo los globos oculares ya que le resultan deliciosas golosinas. Es recomendable no emparejarlo nunca con un contemplador.
Los cráneos de los vocifeadores de los antiguos sacerdotes Milhi y Banilhi, al agitar el estandarte chasquean mandíbulas y lanzan estridentes gritos que sacuden la espina dorsal de quienes los escuchen, provocando estremecimientos que parecen bailes. Actuar en semejante estado suele provocar una penalización, por supuesto, con lo que los afectados combatirán en desventaja.
Complicación: Combate en formación
Como experimentados combatientes, los Guardianes de la Tumba adoptan una formación de dos lineas, la primera armada con espadas kopesh, y la segunda linea con lanzas que apoyan a los de primera linea. Combatiendo en los pasajes estrechos de la mazmorra, esta formación les otorga ventaja en la lucha.
Complicación: Máscara Mortuoria
El Líder de los Guardianes de la Tumba porta una máscara fúnebre encantada, aquel que cruce su mirada con la de la máscara siente como su voluntad intenta ser sometida por las fuerzas imperecederas de los dioses de la muerte. Si no logra sobreponerse, queda paralizado por el terror. Puede provocar diversos efectos cosméticos; encanecimiento del cabello, consumo de las energías vitales, que producen una notable pérdida de peso. El rostro de la víctima se torna enjuto, adquiere un aspecto más seco y huesudo, se le marcan los pómulos...
Si un ser vivo obtiene la máscara y se la coloca, podrá beneficiarse de este pavoroso efecto en los seres vivos, pero corre el riesgo de disparar la maldición de los Guardianes de la Tumba que lo convertirá en uno de los suyos.
Demasiadas complicaciones! Y si lo volvemos más sencillo? Añadamos alguna rebaja en la dificultad por si acaso...
Regeneración lenta... en lugar de en unos cuantos asaltos de juego, la regeneración se alarga unos cuantos más.
Las arenas destilan un aura necromántica y se pueden desencantar.
Un objeto central mantiene la maldición de los Guardianes de la Tumba, un sepulcro? un orbe? la máscara mortuoria del líder? De ser bendecido, destruido o simplemente retirado, acaba con la maldición y los Guardianes de la Tumba se deshacen en arena.
Bien. Llegados hasta aquí, es el momento de echar tierra al asunto y ponerle fin. Tanta arena me ha dado ganas de playa.
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